El barbecho químico es el período entre el primer tratamiento herbicida que se realiza después de la cosecha y la siembra directa del cultivo siguiente. El barbecho químico es la clave para el uso eficiente del agua principalmente y de otros recursos en el lote.
RECORDEMOS que un suelo en barbecho, es un suelo que se encuentra en un período de recomposición o acumulación de componentes; de este modo, se produce el reciclado de los nutrientes y el agua. Para que esto ocurra, existe la idea de mantener el suelo libre de vegetación, cubierto sólo por los rastrojos de cultivos anteriores.
La base del barbecho químico está constituida por principios activos no selectivos y de amplio espectro (por ejemplo glifosato), los cuales pueden complementarse con herbicidas hormonales (como 2,4 D) y/o con herbicidas residuales.
Inicio del barbecho químico
El barbecho químico, debería realizarse en un período cercano a la cosecha del cultivo estival, ya que en ese momento las malezas de ciclo otoño invernal serán pequeñas y estarán en pleno crecimiento.
En otoño las condiciones ambientales, en general, favorecerán la eficacia de los principios activos, permitiendo la activación de los herbicidas residuales así como el inicio de su disipación.
Durante el período invernal, las bajas temperaturas, la menor radiación y las escasas precipitaciones no favorecen el crecimiento de las malezas. Sin embargo, estas condiciones también afectan en forma negativa la acción de los herbicidas. Además, en este período se incrementa la probabilidad de que los herbicidas residuales no se activen y no se disipen a una tasa tal que posibilite la siembra del cultivo estival sin riesgos de fitotoxicidad.
La finalización del invierno e inicio de la primavera constituye otro momento crítico, ya que comienza la emergencia de las especies potencialmente invasoras del cultivo estival.
Errores comunes
Gran parte de las especies citadas frecuentemente como tolerantes a glifosato, son malezas de barbecho tratadas tardíamente, y por lo tanto, en forma no eficaz. Estas pueden prolongar su ciclo, en el cultivo de verano y generar un problema adicional a las malezas propias del ciclo estival. De esta manera, provocan aumento en los costos de producción, reducción de los rendimientos y, finalmente, incrementando su importancia en las campañas futuras.
Uno de los determinantes de esta problemática, es el monitoreo insuficiente de los lotes o la falta de este. Otro sería la sobreestimación de los herbicidas en general, y del glifosato en particular, los cuales tienen una actividad óptima cuando las plantas son pequeñas y están creciendo activamente.
Concluyendo, el barbecho químico es una pieza clave en un esquema de siembra directa. El conocimiento sobre la biología y dinámica de las malezas, la planificación, el monitoreo, la elección de herbicidas, la oportunidad de los tratamientos y la tecnología de aplicación, tienen consecuencias que trascienden este período y afectan en forma significativa el resultado final del proceso productivo.